Si bien la virtualización de las
relaciones comerciales va en claro aumento con el auge de las tiendas en líneas
y las redes sociales, en paralelo estamos asistiendo al fenómeno del experience marketing, es decir, el
mercadeo centrado en la experiencia física de compra.
Esta experiencia tiene mucho que ver, en
la mayoría de los casos, con involucrar todos los sentidos del cliente en el
proceso de compra, de modo que se genere una fuerte vinculación a todos los
niveles sensoriales entre el cliente y la marca. Además, una experiencia
memorable hará que el comprador la comparta con sus amigos y en la redes
sociales, de forma que se crea una corriente de fidelización con todos los
beneficios que ello supone para la marca.
Este proceso activa todos los elementos
de la cadena de valor comercial tal y como la entendemos en Cross&Grow:
Interesar, Vender, Satisfacer y Retener (IVSR). De una parte estamos llamando
la atención del cliente mediante elementos que alcanzan sus sentidos. Starbucks procura mantener un delicioso
aroma a café en sus establecimientos, el cual sale por la puerta y llama a los viandantes. La marca de
jabones Lush procura que el perfume
de sus jabones impregne los alrededores de sus tiendas para que su clientes
entren.
En lo que se refiere al cierre de la
venta se pone en marcha toda una serie de mecanismos para involucrar más
sentidos. Victoria´s Secrets emplea
las sugerentes fotos de sus modelos internacionalmente conocidas en todas las
paredes de sus comercios. Marcas como Abercrombie
utilizan la iluminación para acentuar la experiencia de compra. La marca de
café encapsulado Nespresso ofrece
probar los diferentes tipos de productos a los clientes. Todo son estrategias
orientadas a cerrar la venta o a lograr ventas cruzadas.
Las cadenas hoteleras emplean muchos
mecanismos para lograr experiencias de compra memorables. No en vano sus
clientes pasan mucho tiempo en los hoteles, es decir, el momento de compra es
también el de utilización del servicio. Aromas, música, texturas, etc Este
conjunto de elementos generan una experiencia de compra enfocada a satisfacer
al cliente.
Ni que decir tiene que todo debe ir
acompañado de un servicio al cliente impecable, sin el cual todas las
fragancias, sonidos, muestras y demás aspectos de la experiencia de compra no
tienen sentido. A veces se olvida que es la relación directa, ese metro final de atención humana es la que
hace la diferencia y genera una verdadera experiencia memorable.
Cada vez son más las industrias que han venido
incorporando el experience marketing a
sus procesos comerciales. Desde el sector inmobiliario a empresas de servicios,
están poniendo en marcha estrategias para provocar en sus clientes sensaciones
más allá de una simple transacción comercial. Una ejecución correcta de las
mismas requiere analizar bien el comportamiento del consumidor a lo largo de
todo el proceso de compra y entender cuáles son los puntos clave para aportar
valor al mismo. Aunque lo principal es tener claro que el objetivo es generar
experiencias fuera de lo común.
Francisco Avilés R.
Socio-director Cross&Grow
faviles@crossandgrow.com
Publicado en el diario La República de Costa Rica.
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