Uno
de los principios fundamentales que generan los mejores líderes es contar con
una alta capacidad de enfocarse en las prioridades de la organización.
Si analizásemos cuáles son los
principales retos a los que se enfrenta nuestra empresa estoy convencido de que
seríamos capaces de ofrecer dos o tres respuestas rápidas: crecer, reducir
costos, consolidar la estructura, retener a los mejores, poner nuevos productos
en el mercado, etc. Parece una tarea relativamente sencilla, pero, ¿enfocamos
nuestros esfuerzos a resolver esos retos?. A continuación algunos puntos que
nos ayudarán a hacerlo.
1. Pasar por alto lo insignificante
El filósofo estadounidense William James
dijo que "para ser sabio hay conocer el arte de saber qué pasar por
alto". Esta gran frase encierra el problema que muchos gerentes afrontan
diariamente, viven prestando atención a lo insignificante. Asuntos menores que
nos consumen nuestro recurso más valioso: el tiempo. Hay que dejar de prestar atención
a lo insignificante y centrarse en los verdaderos retos de la organización.
2. Lo bueno es enemigo de lo mejor
Puede resultar fácil discernir entre lo
positivo y lo negativo, pero hacerlo entre dos buenas opciones no resulta nada
sencillo. La capacidad para visualizar qué es lo mejor resulta clave si
queremos enfocarnos en las prioridades de la empresa. Ocurre muy frecuentemente
cuando surgen oportunidades que requieren emplear recursos: explorar un nuevo
mercado o crecer en los mercado que ya conocemos. Quizá si nos preguntamos
cuáles son los retos de la organización a largo plazo obtengamos la respuesta y
podamos centrarnos en la alternativa correcta.
3. No se puede tener todo
La economía es la ciencia que se dedica a
la asignación de los recursos limitados, la gerencia de empresas no es más que
su aplicación a nivel micro. Parece claro que no podemos establecer prioridades
si pensamos que nuestros recursos son ilimitados. Para empezar, como dijimos
antes, el tiempo es limitado, pero también los fondos económicos y el recurso
humano es finito. Superar la sensación de que podemos llegar a todo es
imprescindible si queremos ser exitosos.
4. Demasiadas prioridades paralizan
Fruto de lo anterior es poner límite al
número de prioridades que establecemos. Tomemos hoja y lápiz y anotemos las más
importantes, las que se orientan a cumplir los propósitos de la organización.
Centremos todos nuestros esfuerzos en ellas y no planteemos nuevas prioridades
hasta no lograr las anteriores.
5. Establecer plazos
Sin plazos las prioridades no tienen
sentido. Sólo el sentido de urgencia nos hace ser efectivos. No se trata de
intentar hacerlo todo en unos días, sino de contar con una línea de tiempo
realista para cumplir o pasar a la siguiente etapa: nuevas prioridades.
Por último una máxima de autor
desconocido pero que nos ayuda a comprender la importancia de las prioridades:
"El niño nace con el puño cerrado, el hombre muere con la mano abierta. La
vida nos enseña a soltar cosas que nos parecen muy importantes".
Francisco Avilés R.
Socio-director Cross&Grow
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