Enfocados en los Resultados

“La perfección no es el objetivo, lo es el progreso”

Creemos que lo que una persona sabe importa mucho menos de lo que puede hacer con lo que sabe, y que una de las tareas más importantes de un directivo y de un mando intermedio es averiguar de qué recursos dispone y qué puede lograr con ellos. “Díganos cómo una persona es evaluada y le diremos lo que hace”. 

Los mejores profesionales:

     - Saben lo que tienen que hacer cada día

     - Hacen lo que tienen que hacer

     - Lo hacen de forma consistente y eficiente

En Cross&Grow estamos convencidos de que medir el progreso que aportan las nuevas habilidades o conocimientos refuerza la valor del cambio de comportamiento. “Aprender de la práctica las mejores prácticas genera los mejores hábitos”.

Toda acción de formación debería ser evaluada en relación a unos objetivos específicos, para asegurar que el entrenamiento está produciendo resultados positivos de forma consistente. Es por ello que nos preguntamos ¿para qué invertir recursos en formación de técnicos, de comerciales, de… cuando no existen mandos intermedios capaces de reforzar esa formación?. 

Se trata de decidir dónde sí y dónde no invertir los recursos para obtener el mayor resultado.

La importancia del Conocimiento

Las organizaciones, y en primera instancia sus directivos y mandos intermedios, deben conocer el salto que existe entre dónde están y dónde necesitan estar, y más aún, precisan identificar qué iniciativas les llevarán a ese nuevo lugar. Lo que sea que les haya llevado a donde están hoy no será garantía suficiente para mantenerse donde están.

Cualquier proyecto de formación debería basarse y diseñarse para resolver esos “gaps” de comportamiento y de resultados.

Además, creemos que las habilidades son una herramienta que nos permite avanzar en la vida, si bien, lo que realmente distingue a una persona es su mentalidad, sus actitudes, sus valores. Es lo que les permite seguir compitiendo y progresando donde otros fallan.

El aprendizaje es un proceso, no un evento, y es necesario por tanto que las personas aprendan a la velocidad de la necesidad (clientes, competencia, oportunidades…). Cuando no se ve la necesidad ni se detectan los errores, no se aprende.

No se trata de juzgar a las personas por lo que han hecho o por lo que saben, sino también por su capacidad para aprender y para aprender rápido. Y en este sentido,los mandos intermedios son la figura clave, sobre la que pivotan los flujos de información y de conocimiento de una organización.

Por tanto, si son los que deben desarrollar y retener el talento, ¿no será a ellos a los que más atención hay que prestar?.

Los valores como fundamento

Somos de la opinión de que la cultura de una empresa, la cultura real, impacta y se refleja en su  Cuenta de Resultados, y que las personas convencen a los demás por lo que hacen, no por lo que dicen.

Cuando un directivo o un mando intermedio practica lo que predica marca la diferencia y es capaz de influir y de impactar en su equipo. Cuando impulsa el cambio y la mejora como algo aspiracional, los conduce al éxito.

Por tanto, ¿qué está haciendo su organización para asegurarse de que un “mensaje consistente” (valores + comportamientos) es comprendido e interiorizado por todos sus miembros?.

El verdadero compromiso sólo se consigue cuando las personas están alineadas con los valores y el propósito de su organización. Eso les impulsará a buscar de forma constante ideas creativas e innovadoras para ayudar a su organización a crecer y a desarrollarse. Y sin duda, los mandos intermedios son los embajadores que deben comprender y distribuir ese mensaje.