Salir
de la zona de confort que nos ofrece nuestra experiencia resulta más que
necesario en un entorno en continua evolución.
La gran mayoría de los gerentes,
incluidos los mandos medios, tienen a sus espaldas una larga trayectoria
profesional. Esta condición permite tener sólidos conocimientos de una
industria al igual que habilidades técnicas concretas en algunos campos. Suena muy
bien, pero esto puede ser todo un lastre cuando de afrontar el futuro se trata.
¿Por qué?. Porque estamos acostumbrados a una forma de hacer las cosas, a una
visión concreta sobre nuestro negocio o las funciones que desempeñamos. Nos
encontramos en lo que se viene denominando nuestra "zona de confort".
La evolución trepidante que viven casi
todas las industrias nos genera la necesidad de estar continuamente
renovándonos. Así, la zona de confort no es un lugar en el que podamos habitar
de forma permanente. Nos vemos obligados a salir de ella si no queremos quedar
obsoletos, anclados a la forma en que tradicionalmente hemos venido haciendo
las cosas.
Como ejemplo está la frase lapidaria que
Bill Gates, fundador de Microsoft,
pronunció en 1981: "ninguna PC
necesitará más de 640 kilobytes". Hoy muchos de los correos
electrónicos que recibimos requieren de más capacidad de memoria.
Por supuesto que Gates tardó apenas dos
años en modificar su esquema de pensamiento y su compañía se convirtió en líder
mundial del software de consumo. Hoy todos usamos a diario algún producto de Microsoft. La evolución nos obliga a
cambiar los paradigmas, las formas de hacer las cosas casi a diario.
De ahí que hoy sean mucho más valorados
los ejecutivos con gran capacidad de adaptación, que aquellos que cuentan con
sólidas bases técnicas o vastos conocimientos en alguna materia concreta. La
experiencia es importantísima, pero puede ser una rémora si nos apegamos a ella
sin querer mirar hacia delante.
Iniciando un nuevo año quizá debamos
reflexionar acerca de todo aquello que hacemos en nuestro día a día, sobre
nuestro esquema de toma de decisiones basado en la experiencia, en lo que
funcionó el año pasado. En este año que apenas da sus primeros pasos podemos
iniciar una nueva forma de hacer las cosas, fuera de esa zona de confort que
nos impide evolucionar, renovarnos.
Si acabábamos 2014 haciendo un repaso de
las cosas que nos sorprendieron a lo largo del año, en este inicio de 2015 lo
que les planteo es poner en marcha todas esas experiencias que nos marcaron y
nos permitieron replantearnos muchos de nuestros paradigmas. Les animo a
renovar algún proceso, investigar un nuevo mercado, replantearse su manera de
afrontar un problema.
Si creen que este ejercicio es poco
aplicable a su actividad profesional, permítanme recordarles las palabras del
productor de cine, Darryl Zanuk, quien en 1946 dijo que "la televisión será un fracaso, pronto la gente se aburrirá de
mirar una caja contrachapada cada noche". Renovarse o morir.
Francisco Avilés R.
Socio-director Cross&Grow
faviles@crossandgrow.com
Publicado en el diario La República de Costa Rica.